Doblando la esquina.
Desde que las calles están solas y silenciosas, las casas y los negocios están cerrados, no encuentro diferencia entre los días ni las horas. En esta cuarentena mi cuadra se me ha revelado de una manera diferente, veo cosas que antes no notaba: las rejas sueltas, los registros de gas, las antenas, las conexiones eléctricas, las puertas, las ventanas, las cámaras de seguridad y que sirven de decorado a un creciente deterioro que se evidencia en las grietas, las manchas y los brotes de plantas en lugares inesperados.
Doblando la esquina el resultado de una compilación de elementos que son puestos sobre las fachadas de casas y locales comerciales de Chapinero en Bogotá, elementos que cumplen una función y que están muy alejados de cualquier criterio estético muy enfocados en suplir una necesidad. Estos mismos elementos son los testigos de avistamientos de animales salvajes, quienes, mientras las personas estamos en aislamiento, se pasean por los ámbitos urbanos haciéndolos una extensión de su territorio, ese que nunca dejó de pertenecerles.