En su trabajo es recurrente la alteración y deconstrucción de los significantes desde la manipulación y distorsión de diversos objetos o imágenes presentes en la vida cotidiana. Es un ejercicio de producción espontánea que encuentra en el juego de la trampa visual un espacio que confronta la percepción y permite pensar en otros mundos posibles.
En ese sentido, existe un interés constante por la transformación de la materia, las teorías y fenómenos físicos, las anomalías y los límites o aproximaciones de la realidad con la ficción. Esa exploración ha derivado en recientes proyectos como Inútiles, Raíces cuadradas y La certeza de la incertidumbre, allí se indaga la naturaleza del material y la memoria del objeto sugiriendo un acercamiento a la exploración y la experimentación desde la alteración y alteración de los objetos.