Aprecio el lenguaje como una manifestación de tiempo, y el espacio como una manifestación escultórica.
No hay dudas de la directa relación que hay entre la enfermedad de Alzheimer y la memoria fotográfica que se desdibuja con el paso del tiempo.
Trabajar a partir de medios visuales analógicos, vistos como mecanismos tangibles de memoria, denota mediante de su materialidad esa petrificación de los recuerdos que discuten sobre la disfuncionalidad de las cosas, lo que es real y lo que no.